Tardígrados 30 años congelados
Los tardígrados aproximadamente 0,2 mm de longitud fueron recuperados de una muestra congelada recogido en la Antártida en noviembre de 1983. En mayo de 2014 el grupo de investigación dirigido por Megumi Tsujimoto Investigadora del Instituto Nacional de Investigación Polar en Japón descongeló el musgo a 3 ° C por un día y se sumergió en agua durante 24 horas más. Dos individuos y un huevo fueron recogidos de la muestra y se ha criado en placas de agar con las algas como alimento. Uno de los tardígrados revividos y el menor que eclosionaron desde el huevo reavivado pasó a la reproducción continua con éxito.
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Uno de los tardígrados revividos se movió ligeramente su cuarto par de patas en el primer día después de la rehidratación. El proceso de recuperación para el tardígrado fue lento requiriendo 2 semanas para que volviese a andar y comer, puso 19 huevos, de los cuales 14 puestos con éxito. El tiempo que tarda el huevo de la muestra después de la reactivación fue casi el doble (19 días) el tiempo medio ejercida por todos los huevos (9,5 días). El otro tardígrado reavivado también se movió ligeramente su cuarto par de patas en el primer día después de la rehidratación. Sin embargo, no se recuperó con éxito y murió 20 días después de la rehidratación. El menor que eclosiono desde el huevo reavivado comió, creció, y se reprodujo sin ninguna deformación evidente observada. Puso 15 huevos, de los cuales 7 eclosionaron con éxito. Las crías fueron identificadas morfológicamente como Acutuncus antarcticus, una especie endémica de la Antártida.
Posible daño acumulado a lo largo de 30 años de criptobiosis se indica por el largo tiempo de recuperación necesaria para los animales y el tiempo requerido para el primer huevo después de la reactivación para salir del cascarón. Por otro lado, no se observó daño evidente en los seres que eclosionaron del huevo reavivado. «Nuestro equipo ahora apunta a desentrañar los mecanismos subyacentes a la supervivencia a largo plazo de los organismos criptobiótico mediante el estudio de daños en el ADN de tardígrados y su capacidad para repararlo.» dijo Megumu Tsujimto.
La importancia del estudio es no solo comprobar que ciertos seres pueden mantenerse en estado de animación suspendida y volver a la vida, como ya se ha hecho con otras investigaciones sino verificar que son capaces de procrear y continuar con su vida reproductiva sin alteraciones para preservar la especie.
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más en:
http://www.nipr.ac.jp/info/notice/20160114.html
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